Test para fibromialgia

Escala de síntomas de la fibromialgia

La causa de la fibromialgia no se conoce del todo, pero parece que la fibromialgia es un problema del cerebro, más que de los músculos y los huesos. Por alguna razón, el cerebro de una persona con fibromialgia es muy sensible a ciertas cosas. Las siente como dolor, cuando otras personas no lo sentirían. Esto no significa que el dolor no sea real, simplemente que el dolor se origina en el cerebro, no en los músculos y los huesos.

No hay cura para la fibromialgia, pero la mayoría de las personas descubren que pueden aliviar parte del dolor y la sensibilidad con el enfoque adecuado. Es importante aprender sobre la fibromialgia y desempeñar un papel activo en su tratamiento.

El ejercicio regular reduce el dolor y el cansancio, y mejora el sueño en las personas con fibromialgia. El ejercicio debe introducirse lenta y gradualmente; el ejercicio acuático (hidroterapia) puede ser un buen punto de partida. Un fisioterapeuta puede ayudarle a diseñar el programa de ejercicios adecuado. El tai chi y el yoga también pueden ayudar.

Los enfoques psicológicos también pueden ayudar. Por ejemplo, aprender a gestionar el estrés, aprender a planificar y marcar el ritmo de vida, y terapias como la atención plena y la terapia cognitivo-conductual (TCC).

Directrices para el tratamiento de la fibromialgia 2021

En la fibromialgia parece haber un problema con la forma en que el cerebro y el sistema nervioso procesan el dolor. Esto significa que sientes dolor en todo el cuerpo, incluso cuando no hay ningún daño en los músculos u otros tejidos. Aunque no parezca haber ninguna razón obvia para el dolor, el dolor que sientes sigue siendo muy real. Los mismos cambios en el cerebro que afectan a la forma de procesar el dolor pueden afectar también a la memoria, el estado de ánimo y los patrones de sueño.

La fibromialgia es una enfermedad común que se cree que afecta a una de cada 20 personas. Es mucho más común en las mujeres que en los hombres. La mayoría de las personas con fibromialgia empiezan a tener síntomas entre los 20 y los 60 años. Es más probable que se padezca a medida que se envejece, pero los niños también pueden padecerla.

La fibromialgia es hereditaria. Es más probable que padezcas fibromialgia en algún momento de tu vida si uno de tus familiares la tiene. También está relacionada con otros trastornos de dolor crónico, como el síndrome del intestino irritable (SII) y el trastorno de la articulación temporomandibular. Por lo tanto, si tú o alguien de tu familia padece alguna de estas enfermedades, es más probable que padezcas fibromialgia.

El mejor tratamiento para la fibromialgia

Un médico de familia, un internista o un reumatólogo pueden diagnosticar la fibromialgia. En algunos casos, el paciente es remitido a un reumatólogo para que le haga un diagnóstico después de haber sido examinado por un médico de familia o un internista. Los reumatólogos son internistas o pediatras con formación adicional en artritis y otras enfermedades reumáticas, incluida la fibromialgia.

Se suelen pedir análisis de sangre para descartar afecciones con síntomas similares. Otras pruebas dependerán de los síntomas descritos, pero pueden incluir radiografías o una electromiografía (EMG), para evaluar la actividad eléctrica de los músculos.

Los pacientes suelen someterse a un examen físico exhaustivo, en el que el paciente avisa al médico de las zonas que le causan dolor. Algunos médicos pueden presionar ligeramente en las zonas del cuerpo denominadas puntos sensibles, zonas discretas de sensibilidad en el tejido muscular y tendinoso de los enfermos de fibromialgia.

Las directrices de 2010 siguen considerando que los puntos sensibles son una parte importante del diagnóstico, pero ya no exigen que se sienta dolor en 11 de estos puntos, tal y como se determina en un examen físico en el que el médico presiona sobre estos lugares.2 Se han propuesto algunas variaciones en los criterios de diagnóstico, pero los médicos suelen seguir las directrices de 2010.

Directrices sobre la fibromialgia 2021

Como especialista en el tratamiento del dolor, a menudo diagnostico y trato a pacientes que presentan los síntomas del Síndrome de Fibromialgia (FMS).    Las quejas más comunes de esta enfermedad son el dolor musculoesquelético generalizado, los puntos sensibles localizados en zonas específicas del cuerpo, la fatiga y los problemas de sueño.    Las afecciones que se experimentan a menudo con el FMS son el síndrome de las piernas inquietas (SPI), el síndrome del intestino irritable (SII), la cistitis intersticial (CI), las migrañas, los problemas de la ATM, la apnea del sueño, la ansiedad y la depresión.

Por lo general, dedico mucho tiempo a hacer preguntas a mis pacientes, a realizar un examen físico y a descartar otras posibles afecciones, antes de decantarme por un diagnóstico de SFC.    ¿Por qué?    Porque, hasta ahora, no existía una prueba diagnóstica específica que pudiera darme una respuesta definitiva.    La noticia emocionante es que los investigadores han desarrollado un análisis de sangre que parece ser un punto de partida.    Quería darte mi valoración tanto del nuevo test para el FMS como del tratamiento que se está desarrollando para que puedas tomar una decisión informada sobre ambos.