Tecnica chiva varices

Cirugía de varices

El método CHIVA es un tipo de cirugía que se utiliza para tratar las varices que se producen como resultado de una insuficiencia venosa de larga duración[1] El término es un acrónimo francés de Conservatrice Hémodynamique de l’Insuffisance Veineuse en Ambulatoire (tratamiento hemodinámico conservador de la insuficiencia venosa ambulatoria).

El método se basa en el supuesto de que los síntomas de las varices son principalmente la expresión de un trastorno hemodinámico circulatorio, inducido por diversas disfunciones del sistema venoso. La CHIVA intenta mejorar los síntomas y los signos sin destruir las venas[2][3].

A continuación, se realiza una operación bajo anestesia local, que consiste en unas pocas incisiones y la ligadura de las venas (normalmente de una a cuatro), sin ablación venosa. Las ligaduras se colocan según el mapa ecográfico[2]. También se pueden eliminar las zonas donde las venas son varicosas[4].

Los métodos CHIVA y stripping son equivalentes en cuanto a la reaparición de varices, pero el método CHIVA puede reducir ligeramente las lesiones nerviosas y los hematomas. El método CHIVA también es equivalente a la ablación por radiofrecuencia o a la terapia láser endovenosa en cuanto a la recidiva y los efectos secundarios[1].

Técnica de Chiva

Ensayo clínico controlado y aleatorizado destinado a comparar la eficacia y seguridad de la radiofrecuencia, el stripping de la vena safena y el tratamiento hemodinámico conservador de la insuficiencia venosa (CHIVA) en el tratamiento de las varices safenas, en términos de ausencia de reflujo de la vena safena, calidad de vida del paciente y complicaciones posquirúrgicas.

Un ensayo controlado aleatorio comparará tres técnicas quirúrgicas (stripping, CHIVA y radiofrecuencia) para el tratamiento de las varices que actualmente se consideran estándares de atención intercambiables.

Las evaluaciones clínicas se harán el primer y el séptimo día después de la cirugía, y luego a los meses 1, 6, 12 y 24. La variable principal del estudio es la ausencia de reflujo venoso en el segmento de la vena safena mayor por encima de la rodilla. Las variables secundarias incluirán la EVA para el dolor y la calidad de vida evaluada por los cuestionarios SF 36 y CIVIQ validados en lengua española. Se realizarán ecografías la primera semana y después de 1, 6, 12 y 24 meses. Se registrarán las complicaciones intra y postoperatorias.

Prueba de Perthes: expectativa de resultados de CHIVA

Durante muchos años, las venas varicosas se trataban mediante una cirugía llamada extirpación venosa. Esto requería que los pacientes fueran al hospital y se les durmiera. La recuperación de esta cirugía solía ser muy larga y los pacientes no solían estar contentos con los resultados. Además, la operación provocaba mucho dolor y hematomas mientras el paciente se recuperaba.

Hace unos 25 años, se inventó una nueva cirugía de varices llamada ablación térmica, que ha sustituido en gran medida a la cirugía de extirpación venosa. Durante este procedimiento, se coloca un pequeño catéter en el interior de la vena con el uso de ultrasonidos.

A continuación, rodeamos la vena con un líquido llamado anestesia tumescente, que absorbe el calor que sale de la vena. Este líquido contiene analgésicos, por lo que los pacientes sólo sienten una leve molestia durante el procedimiento. Este líquido anestésico también ayuda a disminuir el riesgo de calor alrededor de los nervios o la piel en la zona de tratamiento.

El catéter utiliza el calor para tratar el revestimiento interior de la vena, lo que hace que ésta sea reabsorbida por el organismo.  Los pacientes suelen llevar medias de compresión durante una semana después de este procedimiento.

Enero de 2021 Resumen del editor de JVS-VL

Resumen: Existe un debate considerable en la literatura en relación con el mejor método para tratar a los pacientes con enfermedad venosa crónica (EVC). La CHIVA es un tratamiento de las venas varicosas que se realiza en la consulta con anestesia local. El objetivo de la técnica es reducir la presión transmural en el sistema venoso superficial y evitar la destrucción de las venas. La recurrencia de las varices, el daño nervioso, los hematomas y los resultados estéticos subóptimos son comunes a todos los tratamientos de la enfermedad. Este artículo evalúa y discute las características y los resultados de la técnica CHIVA. Llegamos a la conclusión de que la CHIVA es una alternativa viable a los procedimientos habituales que se asocia a menos hematomas, daños nerviosos y recidivas que la safenectomía por extracción. Las principales ventajas son la conservación de la vena safena, la anestesia local, las bajas tasas de recidiva, el bajo coste, el escaso dolor y la ausencia de lesiones nerviosas. Las principales desventajas son la curva de aprendizaje y la necesidad de formar al equipo en hemodinámica venosa.

Cappelli M, Molino-Lova R, Giangrandi I, Ermini S, Gianesini S. Ligation of the saphenofemoral junction tributaries as risk factor for groin recurrence. J Vasc Surg Venous Lymphat Disord. 2018;6(2):224. http://dx.doi.org/10.1016/j.jvsv.2017.12.030. PMid:29290602.