Tipos de anorexia nerviosa
La bulimia nerviosa, a menudo llamada bulimia, es un trastorno alimentario. Los individuos con bulimia comen grandes cantidades de comida en un tiempo relativamente corto, a menudo incluso cuando no tienen hambre. Las personas con bulimia tienden a sentirse fuera de control cuando comen y no pueden dejar de hacerlo.
Las personas con bulimia pueden comer grandes cantidades de comida, a veces hasta 20.000 calorías de una sola vez. Los alimentos de los atracones suelen ser alimentos reconfortantes, dulces, salados, blandos o suaves y, por lo general, ricos en calorías. Las personas con bulimia pueden darse atracones un par de veces a la semana o incluso varias veces al día.
La bulimia puede provocar deshidratación. Los vómitos repetidos pueden hacer que los ácidos del estómago disuelvan el esmalte dental protector, haciendo que los dientes sean mucho más vulnerables a las caries. El uso excesivo de laxantes puede causar problemas gastrointestinales crónicos. La bulimia grave puede provocar problemas cardíacos y, en ocasiones, puede ser mortal.
Un elemento importante para diagnosticar la bulimia es el relato de la persona sobre cómo se siente. Un profesional de la salud también hará un examen físico y puede recomendar análisis de sangre para comprobar si hay problemas relacionados con los vómitos o el uso de laxantes. El examen también explorará si hay otras áreas de malestar mental, como un trastorno obsesivo-compulsivo, un trastorno de ansiedad o del estado de ánimo, o problemas de consumo de sustancias.
Signos de bulimia
¿Qué son los trastornos alimentarios? Los trastornos alimentarios son enfermedades mentales graves que afectan a personas de todas las edades, géneros, etnias y orígenes. Las personas que padecen trastornos alimentarios utilizan un comportamiento alimentario desordenado como forma de hacer frente a situaciones o sentimientos difíciles. Este comportamiento puede incluir la limitación de la cantidad de comida ingerida, comer cantidades muy grandes de una vez, deshacerse de la comida ingerida por medios poco saludables (por ejemplo, ponerse enfermo, abusar de los laxantes, ayunar o hacer ejercicio excesivo), o una combinación de estos comportamientos.Es importante recordar que los trastornos alimentarios no tienen que ver con la comida en sí, sino con los sentimientos. La forma en que la persona trata la comida puede hacer que se sienta más capaz de enfrentarse a ella, o puede hacerle sentir que tiene el control, aunque no sea consciente del propósito que tiene este comportamiento. Un trastorno alimentario nunca es culpa de la persona que lo padece, y cualquiera que lo padezca merece un apoyo rápido y compasivo que le ayude a mejorar.Para que los profesionales sanitarios puedan elegir el tipo de tratamiento adecuado para alguien, hay una serie de trastornos alimentarios diferentes que se pueden diagnosticar. Es posible que una persona cambie de diagnóstico si sus síntomas cambian, ya que a menudo hay un gran solapamiento entre los distintos trastornos alimentarios.
Tipos de trastornos alimentarios
La bulimia nerviosa (BN) es un trastorno alimentario caracterizado por un peligroso ciclo de atracones y purgas mediante conductas compensatorias para eliminar las calorías ingeridas y evitar el aumento de peso. Los métodos habituales de purga incluyen el vómito autoinducido y el abuso de laxantes. Las purgas, o el consumo de una gran cantidad de alimentos en un corto periodo de tiempo, suelen ir seguidas de sentimientos de culpa o vergüenza. La gravedad de la bulimia nerviosa viene determinada por la frecuencia de los episodios de atracones y purgas y el modo de purga.
Episodios recurrentes de atracones (ingesta de cantidades inusualmente grandes de comida en un corto período de tiempo con sentimientos de pérdida de control) seguidos de conductas compensatorias de peso inapropiadas (incluyendo vómitos autoinducidos, abuso de laxantes o diuréticos y ejercicio excesivo) al menos una vez a la semana durante los últimos tres meses.
5 tipos de bulimia
La bulimia nerviosa, también conocida simplemente como bulimia, es un trastorno alimentario caracterizado por atracones seguidos de purgas y una preocupación excesiva por la forma y el peso del cuerpo[9][2] El objetivo de esta actividad es expulsar al cuerpo de las calorías ingeridas en la fase de atracones del proceso[9] Los atracones se refieren a la ingesta de una gran cantidad de alimentos en poco tiempo. [2] La purga se refiere a los intentos de deshacerse de los alimentos consumidos.[2] Esto puede hacerse vomitando o tomando laxantes.[2] Otros esfuerzos para perder peso pueden incluir el uso de diuréticos, estimulantes, ayuno de agua o ejercicio excesivo.[2][4] La mayoría de las personas con bulimia tienen un peso normal. [1] El forzamiento de los vómitos puede provocar el engrosamiento de la piel de los nudillos, la rotura de los dientes y efectos sobre la tasa metabólica y la ingesta calórica que provocan una disfunción tiroidea.[2][10] La bulimia se asocia con frecuencia a otros trastornos mentales como la depresión, la ansiedad, el trastorno límite de la personalidad,[11] el trastorno bipolar[12] y problemas con las drogas o el alcohol. [También existe un mayor riesgo de suicidio y de autolesiones[3]. Los estudios clínicos muestran una relación entre la bulimia y el narcisismo vulnerable causada por la “invalidación paterna” en la infancia, que conduce a una necesidad posterior de validación social[13].