Remineralizar los dientes
La hipoplasia del esmalte es un defecto de los dientes en el que el esmalte es deficiente en cantidad,[1] causado por una formación defectuosa de la matriz del esmalte durante su desarrollo, como resultado de una o varias condiciones sistémicas heredadas y adquiridas. Puede identificarse como una estructura dental ausente y puede manifestarse como fosas o surcos en la corona de los dientes afectados y, en casos extremos, algunas porciones de la corona del diente pueden carecer de esmalte, exponiendo la dentina[2] Puede ser generalizada en toda la dentición o localizada en unos pocos dientes. Los defectos se clasifican por su forma o ubicación. Las categorías más comunes son la forma de fosa, la forma plana, la forma lineal y la hipoplasia localizada del esmalte[3][4][5] Las lesiones hipoplásicas se encuentran en zonas de los dientes donde el esmalte se estaba formando activamente durante una alteración sistémica o local. Dado que la formación del esmalte se extiende durante un largo periodo de tiempo, los defectos pueden estar confinados en una zona bien definida de los dientes afectados. El conocimiento del desarrollo cronológico de los dientes caducos y permanentes permite determinar el momento aproximado en el que se produjo la alteración del desarrollo[6] La hipoplasia del esmalte varía sustancialmente entre las poblaciones y puede utilizarse para inferir las repercusiones sanitarias y de comportamiento del pasado. También se han encontrado defectos en diversos animales no humanos[7][8][9].
Hipoplasia del esmalte
El término “dientes hipoplásicos” suena aterrador. Y dependiendo de la gravedad de la condición de su hijo, puede serlo. Si uno o muchos de los dientes de su hijo están amarillos, tienen manchas blancas y están empezando a astillarse, puede ser el momento de ir al dentista, ya que su hijo podría tener dientes hipoplásicos.
Pero antes de entrar en materia, entienda que si su hijo tiene dientes hipoplásicos, no es culpa suya. Es una condición genética bastante común en los niños y, dependiendo de la gravedad de la condición de su hijo, puede ser tratada si es necesario, o monitoreada y mantenida.
Es importante tener en cuenta que hay distintos grados de hipoplasia. Su hijo puede tener tan sólo un diente hipoplásico, o tantos como una boca llena. Si su hijo tiene la suerte de tener sólo un par de dientes hipoplásicos, no se preocupe por el “efecto dominó”. Que un niño tenga un solo diente con hipoplasia del esmalte no significa que vaya a ocurrir en el resto de los dientes.
El esmalte es lo que mantiene los dientes fuertes y sanos, y también le da ese color cremoso. Su carencia hace que los dientes se vuelvan amarillos o marrones. Además, la falta de esmalte hace que los dientes se ablanden y, por tanto, los pacientes con hipoplasia son más propensos a las caries.
Hipomineralización frente a hipoplasia
La hipoplasia del esmalte es un término que denota un esmalte dental incompleto o poco desarrollado. Pero primero, ¿qué es exactamente el esmalte? Es la capa dura y protectora que cubre el exterior de los dientes. Esencialmente,
Como es de esperar, la hipoplasia hereditaria del esmalte se produce debido a un defecto genético heredado que afecta a la formación de los dientes en la boca. En el mejor de los casos, esto sólo afecta a una pequeña región de un solo diente, pero en los casos más graves se ven afectados varios dientes.
La hipoplasia del esmalte causada por factores ambientales conlleva los mismos síntomas que la hipoplasia del esmalte hereditaria, pero puede estar causada por diversos factores, como el nacimiento prematuro, la desnutrición, las infecciones bacterianas y víricas o los traumatismos en los dientes y la boca recién desarrollados.
El tratamiento de la hipoplasia del esmalte suele depender de la gravedad de la afección. En los casos más leves, los dentistas pueden recomendar un mantenimiento y cuidado normales, prestando especial atención a la zona afectada para evitar la caries. Algunos casos pueden requerir ajustes cosméticos como el blanqueamiento para igualar el diente descolorido con los dientes más blancos no afectados. En los casos más graves, el dentista puede recomendar un sellado, un empaste o una corona.
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El esmalte dental -la capa más externa de nuestros dientes- es la sustancia más dura del cuerpo humano. Tiene que serlo, porque el esmalte es lo que protege los centros sensibles y llenos de nervios de nuestros dientes contra las fuerzas duras de masticación y mordida. Por desgracia, el esmalte dental no siempre se forma correctamente. Las alteraciones en el proceso de formación del esmalte pueden dar lugar a diferentes tipos de defectos del esmalte en los niños, uno de los cuales es la hipoplasia del esmalte.
La hipoplasia del esmalte dental es un defecto del esmalte que se caracteriza por un esmalte fino o ausente. En algunos casos, el defecto se produce sólo en una parte de la superficie del diente, dando lugar a fosas o surcos en el esmalte del diente. En otros casos, un diente entero puede tener una capa demasiado fina de esmalte dental o puede no tener esmalte en absoluto.
La hipoplasia del esmalte es un defecto de desarrollo del esmalte, lo que significa que ya está presente en el momento en que el diente afectado sale por primera vez de las encías. Por el contrario, el desgaste del esmalte, como la abrasión y la erosión dental, se produce después de la erupción del diente.
La hipoplasia del esmalte se produce cuando las células especiales que producen el esmalte dental se alteran durante una etapa concreta de la formación del esmalte (la etapa de formación de la matriz). Hay una gran variedad de factores que pueden causar dicha alteración, entre los que se incluyen tanto factores genéticos como ambientales.