Un ensayo controlado aleatorio de ejercicio y terapia manipulativa para la cefalea cervicogénica
Se calcula que el 4,1% de la población puede sufrir cefalea cervicogénica (1). La cefalea cervicogénica es uno de los tipos más comunes de cefalea y puede representar el 0,4-15% de la población con cefalea (2) y hasta el 15-20% de todas las cefaleas crónicas y recurrentes (3). Se ha informado de que las mujeres se ven afectadas con una frecuencia cuatro veces mayor que los hombres (4), aunque algunas investigaciones sobre la prevalencia entre sexos son contradictorias (1). Los pacientes que han sufrido conmociones cerebrales (5) o lesiones por latigazo cervical (6), con el consiguiente dolor de cuello y limitación del movimiento, también pueden desarrollar cefalea cervicogénica.
La cefalea cervicogénica se describió originalmente como un trastorno único en 1983 y se diferenció de otras formas de cefalea, como la migraña, que pueden presentar algunos síntomas comunes (7). La Sociedad Internacional de Cefaleas (IHS) publicó su Clasificación Internacional de Cefaleas (ICHD) inicial en 1988 (8) y publicó ediciones revisadas en 2004 (9) y en 2013 (10). La actual versión beta de la ICHD III clasifica la cefalea cervicogénica como una cefalea secundaria derivada de trastornos musculoesqueléticos en la columna cervical y que suele ir acompañada de dolor de cuello (10). Además, el Grupo Internacional de Estudio de la Cefalea Cervicogénica (CHISG) también ha elaborado una lista de criterios diagnósticos clínicamente relevantes que incluyen el dolor con el movimiento del cuello o la posición incorrecta sostenida, la restricción de la amplitud de movimiento cervical (ROM) y el dolor ipsilateral en el hombro y el brazo (11).
Migraña abdominal
La cefalea cervicogénica (CEH) es un tipo de cefalea sintomática que se caracteriza por una cefalea crónica unilateral secundaria a una disfunción de la columna cervical. Por lo general, empeora con los movimientos del cuello, la colocación continua de la cabeza en una posición incómoda y la exposición a la presión externa en la región cervical superior u occipital.
En algunos estudios se ha demostrado que el dolor se origina en el prolapso del disco cervical inferior y en las raíces nerviosas de la columna vertebral, mientras que en otros se sugiere que se produce también en la región cervical superior. Aunque se ha determinado la alteración de la alineación cervical en la cefalea tensional y la migraña, hay pocos estudios con resultados controvertidos en la literatura que investiguen los efectos del cambio de la lordosis cervical en la CEC. Estos resultados contradictorios influyen en gran medida en la decisión de si el ejercicio debe añadirse al protocolo de tratamiento en la CEC y también en la creación de un programa de tratamiento adecuado por parte de los clínicos. A la luz de estos antecedentes, el objetivo de este estudio fue comparar las radiografías cervicales de pacientes con HEC y de pacientes con dolor de cuello sin cefalea.
Cefalea por tensión en el cuello
Los dolores de cabeza afectan a la calidad de vida, son una molestia y el dolor palpitante hace que quiera acostarse con los ojos cerrados. Si es usted propenso a los dolores de cabeza, ya sabe cómo pueden alterar su agenda, su estado de ánimo y apartarle de eventos y tareas importantes, como una cita de trabajo. Los dolores de cabeza son un síntoma o una señal de que no todo va bien. Los desencadenantes del dolor de cabeza son muchos, como la dieta, la falta de sueño, las hormonas, las enfermedades, el consumo excesivo de alcohol, el estrés, la abstinencia de drogas o cafeína y los cambios ambientales. Hay cuatro tipos comunes de cefalea, según la localización y los síntomas
Las cefaleas en racimo se sienten como dolores punzantes en el ojo. El dolor de cabeza puede provocar el enrojecimiento de los ojos, la congestión nasal y el goteo de la nariz. El dolor puede aparecer y desaparecer varias veces al día, y durar desde unos minutos hasta horas.
Las migrañas son dolores punzantes que se sienten en un lado de la cabeza y que hacen que uno sea sensible a la luz y al sonido. Pueden ser graves y durar horas o días, y pueden provocar náuseas y vómitos. A veces el dolor puede ser tan intenso que se necesita una intervención médica.
Cefalea cervicogénica ichd 3
La cefalea cervicogénica (CGH) se produce cuando el dolor se remite desde una fuente específica en el cuello hasta la cabeza. Este dolor suele ser un dolor constante o una sensación sorda, pero a veces la intensidad del dolor puede empeorar. Los síntomas de la cefalea cervicogénica suelen ser laterales, lo que significa que se producen en un lado del cuello, la cabeza y/o la cara.
La cefalea cervicogénica suele comenzar como un dolor sordo en el cuello y se irradia hacia arriba a lo largo de la parte posterior de la cabeza, casi siempre de forma unilateral. El dolor también puede extenderse a la frente, la sien y el área alrededor de los ojos y/o las orejas. La CGH está causada por un trastorno discal, articular, muscular o nervioso subyacente en el cuello.
El CGH es un dolor de cabeza secundario que se produce debido a una afección física o neurológica que comenzó primero. La CGH puede estar causada por un traumatismo, como una fractura, una dislocación o una lesión por latigazo cervical, o por una afección médica subyacente, como la artritis reumatoide, el cáncer o una infección. Aunque el origen del dolor se encuentra en la columna cervical, el CGH puede ser difícil de diagnosticar porque el dolor no siempre se siente en el cuello. Los síntomas del CGH también pueden imitar a los de las cefaleas primarias, como la migraña y la cefalea tensional.