Cultivo de glande

Para qué se utiliza el prepucio después de la circuncisión

El diagnóstico y el tratamiento de las lesiones cutáneas del pene pueden ser un reto para algunos médicos debido a la falta de familiaridad y a la vergüenza del paciente. A pesar de estos retos, los médicos de atención primaria son capaces de diagnosticar y tratar muchas lesiones del pene, y de determinar qué pacientes requieren una derivación a un subespecialista. Las lesiones no infecciosas pueden clasificarse como inflamatorias y papuloescamosas, o neoplásicas.

Dado que muchas lesiones cutáneas del pene se diagnostican en la exploración física, los médicos de atención primaria deben ser competentes en la exploración genitourinaria.1 La clave para acotar el diagnóstico diferencial es definir la característica predominante de las lesiones (tabla 1). La mayoría de las pápulas son benignas, mientras que las úlceras o las masas de forma irregular pueden sugerir malignidad. Sin embargo, hay excepciones a ambas reglas. Las lesiones localizadas en el pene suelen implicar consideraciones de diagnóstico y tratamiento diferentes a las de las lesiones con hallazgos extendidos o sistémicos. La biopsia suele reservarse para un diagnóstico poco claro, o si se considera una neoplasia. Las opciones de tratamiento de las lesiones no infecciosas se resumen en la Tabla 2.

Cirugía del prepucio

Anatomía interna del glande del pene humano:1. Fascia del pene2. Cuerpo cavernoso3. Surco coronal4. Corona del glande5. Prepucio6. Glande del pene7. Meato de la uretra8. Fosa navicular de la uretra masculina9. Túnica albugínea del pene10. Cuerpo esponjoso11. Uretra

El glande del pene, comúnmente denominado glande, es una estructura bulbosa situada en el extremo distal del pene humano que constituye la zona erógena más sensible y la principal fuente anatómica de placer sexual masculino[2][3] Es anatómicamente homóloga al glande del clítoris. El glande del pene forma parte del sistema reproductivo masculino en los seres humanos y otros mamíferos, donde puede aparecer liso, espinoso, alargado o dividido[4] Está revestido externamente con tejido mucoso, lo que crea una textura suave y una apariencia brillante. Normalmente, el glande está total o parcialmente cubierto por el prepucio en los humanos, con algunas excepciones, como la circuncisión. Por lo general, el prepucio puede retraerse por encima y más allá del glande, y puede retraerse automáticamente durante una erección. El glande se conoce más comúnmente como la “cabeza” o la “punta” del pene, y se denomina coloquialmente en inglés británico “bellend”. El nombre médico proviene de las palabras latinas glans (“bellota”) y penis (“del pene”).

Valor del prepucio

Mantener una buena higiene y cuidado de tus genitales (partes privadas) reduce las posibilidades de desarrollar problemas como irritaciones de la piel y algunas infecciones comunes. Por eso es importante saber cómo lavarse el pene. Los mismos principios básicos se aplican tanto si tienes prepucio como si te han circuncidado.

El prepucio es un rollo de piel que cubre el extremo del pene. Cuando naces, el pene tiene prepucio. A las personas circuncidadas se les ha quitado el prepucio por motivos culturales, religiosos, médicos o estéticos. Si tienes prepucio, es importante que lo cuides.

Desventajas del prepucio

Aunque no sabemos qué oportunidades tienen los estudiantes de veterinaria para perfeccionar sus habilidades de vaciado del saco anal antes de obtener su título, no hay duda de que las frecuentes peticiones de los propietarios de perros para que realicen el ritual de vaciado durante las consultas rutinarias de pequeños animales significa que no tardan en convertirse en grandes expertos en el arte de la evacuación del saco anal una vez que obtienen su codiciado MRCVS.

¿Qué son los sacos anales y por qué se llenan? Los sacos anales, a veces denominados erróneamente glándulas anales, son dos pequeñas estructuras situadas entre los músculos del esfínter interno y externo. Cada saco está revestido de glándulas sebáceas y apocrinas cuyas secreciones combinadas producen un líquido marrón semileñoso y maloliente.

Cuando los músculos del esfínter anal se expanden, al producirse la defecación, la presión sobre los sacos provoca la expulsión de su contenido sobre las heces. Los problemas surgen cuando este proceso de vaciado no se produce y las secreciones se acumulan en el saco, causando una evidente incomodidad al perro.