Síntomas del linfoma pélvico
La enfermedad de Hodgkin primaria en el hueso es extremadamente rara. Presentamos el caso de una mujer de 41 años con enfermedad de Hodgkin, que se había quejado de coxalgia izquierda 17 meses antes de que la afectación ganglionar se hiciera evidente clínicamente. Recibió quimioterapia combinada con doxorrubicina, bleomicina, vincristina y dacarbazina, así como radioterapia en la lesión pélvica. Aunque la linfadenopatía respondió bien a este tratamiento, la lesión ósea nunca remitió. La gran masa de la lesión ósea y su origen pélvico pueden explicar la escasa respuesta a las terapias citotóxicas que recibió esta paciente. Los 22 casos revisados mostraron que 1, el dolor óseo fue el síntoma inicial más frecuente; 2, la enfermedad ganglionar apareció en su curso clínico en la mayoría de los casos; 3, los huesos más comúnmente implicados fueron la pelvis, el fémur o la tibia, y la columna vertebral.
Dolor de espalda y cadera linfoma
Fig. 1Radiografía vista AP (a: preoperación, b: postoperación, c: 1 año después de la operación, d: 2 años después de la operación). a: Se observa el estrechamiento del espacio articular de la cadera izquierda y la osteoesclerosis de la cabeza acetabular/femoral. Los ángulos laterales de borde central, Tonnis y Sharp (lt/rt) eran de 25/25, 10/10 y 45/45 grados, respectivamente. No había signos de pinzamiento femoroacetabular. b: Inmediatamente después de la cirugía. El lado operado se fijó con un yeso de cadera. c: 1 año después de la cirugía. Se observan mejoras en el estrechamiento del espacio articular y en la osteoesclerosis de la cabeza acetabular/femoral. d: 2 años después de la cirugía. Retirada del implanteImagen a tamaño realLa tomografía computarizada (TC) reveló un estrechamiento del espacio articular de la cadera izquierda, y osteoesclerosis del acetábulo lateral superior anterior y de la cabeza femoral anterolateral, como se observó en la radiografía simple. Además, se detectaron quistes subcartilaginosos en el acetábulo y la cabeza femoral. El ángulo del borde central anterior (ACEA) para la evaluación de la cobertura acetabular (lt/rt) era de 50/50. El ángulo del eje del cuello femoral (lt/rt) era de 130/130 grados, y el ángulo de anteversión del cuello femoral (lt/rt) era de 45/35 grados [9] (Fig. 2). En la resonancia magnética (RM) se observó un quiste subcartilaginoso en la cabeza femoral izquierda, al igual que en la TC. Sin embargo, no había necrosis de la cabeza femoral (Fig. 3). No había anomalías en la analítica.
Tratamiento de la coxalgia
La enfermedad renal que se presenta con una fístula cutánea es una enfermedad rara. Presentamos un caso de una mujer de 90 años con demencia que no tenía problemas urológicos previos y que presentaba una fístula cutánea en la región lumbar izquierda. Un fistulograma y una tomografía computarizada revelaron un gran cálculo en forma de cuerno de ciervo con signos de pielonefritis xantogranulomatosa en el riñón izquierdo y fistulización renal al músculo psoas, la piel y los bronquios. Hasta donde sabemos, este es el primer informe en la literatura de fistulización renal coexistente al músculo psoas mayor, la piel y los bronquios. Este informe ilustra cómo la tomografía computarizada, en combinación con la fistulografía, puede resolver el dilema diagnóstico que supone la compleja propagación de la enfermedad en los casos de fístula nefrocutánea. Además, el informe muestra cómo un cálculo renal, incluso asintomático, puede causar una condición médica grave, y destaca la importancia de la intervención médica temprana.
Los abscesos retroperitoneales y del músculo psoas son complicaciones comunes en la enfermedad renal. En la literatura se ha informado de la formación de fístulas entre el riñón y sus órganos adyacentes debido a diversas causas, como complicaciones quirúrgicas, infecciones, traumatismos y litiasis (1). Sin embargo, la fístula nefrocutánea (FNC) y la fístula nefrobronquial (FNB) son manifestaciones poco frecuentes en la enfermedad renal. Hasta donde sabemos, éste es el primer informe en la literatura de una fistulización renal coexistente con el músculo psoas, la piel y los bronquios.
Almohada Coxalgia
N2 – La enfermedad de Hodgkin primaria en el hueso es extremadamente rara. Presentamos el caso de una mujer de 41 años con enfermedad de Hodgkin, que se había quejado de coxalgia izquierda 17 meses antes de que la afectación ganglionar se hiciera evidente clínicamente. Recibió quimioterapia combinada con doxorrubicina, bleomicina, vincristina y dacarbazina, así como radioterapia en la lesión pélvica. Aunque la linfadenopatía respondió bien a este tratamiento, la lesión ósea nunca remitió. La gran masa de la lesión ósea y su origen pélvico pueden explicar la escasa respuesta a las terapias citotóxicas que recibió esta paciente. Los 22 casos revisados mostraron que 1, el dolor óseo fue el síntoma inicial más frecuente; 2, la enfermedad ganglionar apareció en su curso clínico en la mayoría de los casos; 3, los huesos más comúnmente implicados fueron la pelvis, el fémur o la tibia, y la columna vertebral.