Clorhexidina bucal

Cómo utilizar el colutorio de clorhexidina

El gluconato de clorhexidina es un enjuague bucal de prescripción médica que se utiliza para reducir la placa, tratar la gingivitis o la periodontitis. Sigue leyendo para conocer las respuestas a las preguntas más comunes sobre el gluconato de clorhexidina. Y recuerda que siempre puedes pedir más información a tus profesionales de la odontología.

El gluconato de clorhexidina es sólo uno de los tratamientos disponibles para las afecciones bucodentales como la enfermedad de las encías temprana (gingivitis) y la enfermedad de las encías avanzada (periodontitis). Según una revisión bibliográfica del Journal of Dentistry, la clorhexidina se prescribe para reducir la placa (biofilm dental), prevenir las caries y las infecciones o tratar la periodontitis. Normalmente, el gluconato de clorhexidina se prescribe para un uso temporal.

El gluconato de clorhexidina es un antimicrobiano: mata las bacterias en toda la boca. La clorhexidina puede aplicarse de diferentes maneras. Si tu profesional de la odontología o de la medicina te prescribe un enjuague bucal, sigue las instrucciones. Según un estudio publicado en el Journal of Indian Society of Periodontology, el gluconato de clorhexidina también puede aplicarse directamente bajo la línea de las encías en casa o en una consulta.

Solución de clorhexidina

ResumenSiguiendo un diseño ciego, cruzado y no aleatorio, investigamos el efecto del uso de 7 días de enjuague bucal de clorhexidina (CHX) en el microbioma salival, así como en varios biomarcadores de saliva y plasma en 36 individuos sanos. Se enjuagaron la boca (durante 1 minuto) dos veces al día durante siete días con un enjuague bucal de placebo y luego repitieron este protocolo con un enjuague bucal de CHX durante otros siete días. Se tomaron muestras de saliva y de sangre al final de cada tratamiento para analizar la abundancia y la diversidad de las bacterias orales, así como las concentraciones de pH, lactato, glucosa, nitrato y nitrito. La CHX aumentó significativamente la abundancia de Firmicutes y Proteobacterias, y redujo el contenido de Bacteroidetes, TM7, SR1 y Fusobacterias. Este cambio se asoció a una disminución significativa del pH de la saliva y de la capacidad de amortiguación, acompañada de un aumento de los niveles de lactato y glucosa en la saliva. Se encontraron menores concentraciones de nitritos en saliva y plasma tras el uso de CHX, seguidas de una tendencia al aumento de la presión arterial sistólica. En general, este estudio demuestra que el enjuague bucal que contiene CHX se asocia con un cambio importante en el microbioma salival, que conduce a condiciones más ácidas y a una menor disponibilidad de nitritos en individuos sanos.

Gluconato de clorhexidina

Por el contrario, se ha prestado mucha menos atención al problema directamente relacionado de la resistencia hacia las diferentes clases de antisépticos y biocidas (Forman et al., 2016; Kampf, 2016; Venter et al., 2017). Esto es algo sorprendente, ya que la resistencia bacteriana hacia antisépticos de uso común como el cloruro de benzalconio (BAC; un compuesto de amonio cuaternario, QAC), el triclosán (TCS; un policlorofenoxifenol) y la clorhexidina (CHX), así como la inducción de resistencias cruzadas entre estos agentes y una serie de antibióticos de importancia clínica, se conocen desde hace muchos años (Yamamoto et al., 1988; McDonnell y Russell, 1999; Stickler, 2002; Russell, 2004; Yazdankhah et al., 2006).

Curiosamente, el uso de CHX en el campo de la odontología para el control del biofilm oral no se ha considerado hasta ahora en este contexto como una posible fuente para el desarrollo de resistencia contra la propia CHX o de resistencias cruzadas contra otros antisépticos o antibióticos (Sreenivasan y Gaffar, 2002). Esto es así a pesar del amplio uso de la CHX por parte de los clínicos dentales como antiséptico de referencia (Jones, 1997), por ejemplo, para el control de la placa y el manejo de la gingivitis (Van der Weijden et al., 2015) o para el tratamiento de la periodontitis (Teughels et al., 2009). Además, la CHX se incluye en una amplia gama de productos de consumo para el cuidado bucal (Sanz et al., 2013; Cieplik et al., 2018b).

¿Cuánto tiempo debo usar el enjuague bucal de clorhexidina?

La clorhexidina es un agente antibacteriano que se utiliza habitualmente en entornos dentales y quirúrgicos. Los productos de baja concentración que se venden sin receta médica no suelen causar problemas graves, pero las personas pueden tener efectos adversos y reacciones alérgicas incluso con un uso normal.

Incluso antes de que Louis Pasteur (famoso por la pasteurización) presentara la teoría de los gérmenes y de que las prácticas antisépticas propuestas por Joseph Lister (famoso por Listerine) se convirtieran en algo habitual, la gente sabía que las heridas necesitaban tratamiento. Los textos antiguos de Mesopotamia describen el lavado de las heridas, la elaboración de bálsamos con plantas y cenizas y el cambio regular de los apósitos. Las recetas de la antigua Grecia incluyen mezclas de miel, plantas, vino, metales y lanolina para tratar las heridas. Puede que no conocieran las bacterias, pero sabían que las heridas no tratadas podían oler mal, curarse mal e incluso provocar la muerte.

El descubrimiento y el primer uso de la clorhexidina tuvo lugar en el Reino Unido en la década de 1950. La molécula de clorhexidina tiene cargas positivas en cada extremo. Las células de bacterias y levaduras suelen tener zonas cargadas negativamente en su exterior, y su interacción con la clorhexidina provoca daños en las membranas celulares de los microbios. En bajas concentraciones de clorhexidina, esta interacción frena la reproducción de los microbios. En concentraciones elevadas, la interacción es lo suficientemente violenta como para desgarrar la membrana celular, matando al microbio.