Ciatica durante meses

Síntomas de ciática crónica

La ciática se refiere al dolor causado por el nervio ciático, que transporta los mensajes del cerebro por la médula espinal hasta las piernas. El dolor de la ciática suele irradiar hacia un lado desde la parte baja de la espalda hasta la pierna, a menudo por debajo de la rodilla. La causa más común es un disco abultado (“herniado”) en la parte baja de la espalda. Los discos son estructuras con forma de neumático que se sitúan entre los huesos de la columna vertebral. Si el borde exterior del disco se rompe, normalmente debido a la presión habitual en la parte baja de la espalda, el material interior gelatinoso puede salirse y pellizcar o inflamar el nervio cercano. La ciática es más frecuente en personas de 30 a 50 años.

La clave para diagnosticar la ciática es una historia clínica completa y un examen específico. Los síntomas de la ciática suelen empeorar al sentarse o toser y pueden ir acompañados de entumecimiento u hormigueo en la pierna. Un examen físico puede confirmar que el nervio ciático está afectado. Si hay debilidad muscular o disminución de los reflejos en la pierna afectada, una prueba de imagen como una resonancia magnética de la espalda puede ser útil y ayudar a orientar una decisión de cirugía temprana.

Los signos de la ciática mejoran

El dolor de ciática no suele ser un problema constante para los afectados, sino que se presenta en brotes. Pueden ser más o menos graves, y a veces sólo causan una leve molestia, mientras que otras veces provocan un dolor grave y reducen la movilidad. El camino hacia la recuperación de la ciática consta de tres etapas.

Cuando se sufre un ataque de ciática debilitante y doloroso, el consejo de “mantenerse activo” puede parecer descabellado, ya que si se está doblado por el dolor de espalda, sólo es posible realizar los movimientos más suaves. Por ello, hay que fijarse en los hábitos de sedentarismo. Muchos enfermos descubren que el peor dolor se produce cuando están sentados. Es conveniente evitar temporalmente los sofás y los sillones blandos en esta fase, y sustituirlos por sillas duras de respaldo recto. Si el colchón en el que duerme es muy blando, considere la posibilidad de sustituirlo por uno más firme.

Los síntomas de la ciática casi siempre remiten después de un tiempo, sobre todo si se siguen los consejos de la fase 1 anteriores. Pero si vuelve inmediatamente a su estilo de vida anterior sin hacer ningún cambio, es muy probable que la ciática vuelva a aparecer. Por lo tanto, debes aprovechar esta ventana sin dolor introduciendo algún ejercicio suave en tu rutina. La natación es un gran ejercicio de bajo impacto para todo tipo de personas, pero puede ser una molestia dependiendo de su acceso a una piscina. Caminar también es una excelente opción y es mucho más accesible para la mayoría de la gente. Sea cual sea la forma de ejercicio que elijas, no es necesario que te exijas demasiado, con moverte de forma regular será suficiente por ahora.

Caminar con ciática

La duración de la ciática suele depender del tipo y la gravedad del problema subyacente. Aunque la ciática suele resolverse en unas pocas semanas,1 ciertas condiciones médicas pueden hacer que sus síntomas duren hasta dos años.2

Si no se trata o si la causa subyacente es grave, la ciática puede volverse crónica y persistente, y durar dos meses o más.3 Se calcula que entre el 20% y el 30% de las personas pueden seguir teniendo ciática durante uno o dos años.2

La ciática se produce de forma diferente en cada persona. En la ciática pueden verse afectadas varias raíces nerviosas, cada una de las cuales provoca dolor y/o entumecimiento en una parte diferente del muslo, la pierna y/o el pie. La respuesta a un tratamiento específico también puede variar entre distintas personas con el mismo diagnóstico de ciática. Encontrar el tratamiento adecuado suele ser un proceso de prueba y error.

Antes de comenzar cualquier programa de ejercicios, es importante consultar a un profesional de la salud con licencia para obtener un diagnóstico correcto de la causa de su ciática. Los ejercicios para la ciática por una hernia discal varían mucho en comparación con los destinados a aliviar los síntomas causados por la estenosis espinal, y cada tipo de ejercicio puede empeorar o irritar aún más su causa subyacente si se hace incorrectamente.

Últimas etapas de la ciática

Aunque el 85% de las personas experimentan dolor de espalda a lo largo de su vida, sólo entre el 2% y el 10% padecen una verdadera ciática, según un estudiante de máster en medicina de rehabilitación de la Universidad de Arizona. (Foto: Getty Images)

Esto se debe a que esta afección -llamada así por el nervio ciático que baja por la columna vertebral y atraviesa la pierna- es un término general para muchas situaciones diferentes. Puede aparecer repentinamente de forma aguda e incapacitante, y resolverse al cabo de un par de meses, o puede fluctuar a lo largo del tiempo, explica.

Como el dolor tiende a irradiarse, puede sentirse en varios lugares, desde la parte baja de la espalda hasta las nalgas, la ingle y la parte trasera o delantera de la pierna. Suele ser consecuencia de la compresión de las raíces nerviosas a su salida de la columna vertebral, que se produce cuando se hernian los cojines gelatinosos entre las vértebras, explica Kawchuk.

“A veces la gelatina sale y empuja la raíz nerviosa o crea una inflamación que molesta al nervio. Lo bueno es que sabemos que en la mayoría de los pacientes suele resolverse y desaparecer con el tiempo, aunque no tan rápido.”