Cara anterior de la rodilla

Cara lateral de la rodilla

El dolor en la parte anterior de la rodilla es una queja común en todas las edades, especialmente en las mujeres. Sin embargo, el dolor anterior de rodilla ya no es un diagnóstico en sí mismo. La mayor parte del dolor anterior de rodilla está relacionado con la articulación patelofemoral y su musculatura y soporte ligamentario. El llamado «dolor patelofemoral» se ha convertido en el síntoma de rodilla más frecuente en la consulta externa de ortopedia media. Dependiendo de la causa exacta, es de dos a siete veces más frecuente en las mujeres.

Se calcula que hasta el 10 por ciento de todos los dolores de rodilla por envejecimiento se deben a una artritis patelofemoral aislada. Dado que el origen exacto del dolor puede ser difícil de aislar y a menudo es multifactorial, el síndrome de dolor patelofemoral requiere un diagnóstico cuidadoso y una gestión adecuada para evitar un tratamiento innecesario, ineficaz o potencialmente perjudicial.

La flexión y el uso excesivo de la rodilla provocan altas presiones repetitivas entre la rótula y el surco femoral. La sobrecarga resultante, la fatiga muscular y los desequilibrios son la fuente más común de dolor y debilidad alrededor de la rodilla. ¿Quién es más vulnerable a este problema?

Cara posterior de la rodilla

El dolor de rodilla representa aproximadamente un tercio de los problemas musculoesqueléticos atendidos en los centros de atención primaria. Esta dolencia es más frecuente en los pacientes físicamente activos, ya que hasta el 54% de los deportistas tienen algún grado de dolor de rodilla cada año.1 El dolor de rodilla puede ser una fuente de discapacidad importante, que restringe la capacidad de trabajar o realizar actividades de la vida diaria.

La rodilla es una estructura compleja (Figura 1),2 y su evaluación puede suponer un reto para el médico de familia. El diagnóstico diferencial del dolor de rodilla es amplio, pero puede reducirse con una anamnesis detallada, una exploración física específica y, cuando esté indicado, el uso selectivo de estudios de imagen y de laboratorio adecuados. La parte I de este artículo en dos partes ofrece un enfoque sistemático para evaluar la rodilla, y la parte II3 analiza el diagnóstico diferencial del dolor de rodilla.

La descripción del dolor de rodilla por parte del paciente es útil para enfocar el diagnóstico diferencial.4 Es importante aclarar las características del dolor, incluido su inicio (rápido o insidioso), su localización (rodilla anterior, medial, lateral o posterior), su duración, su gravedad y su calidad (por ejemplo, sordo, agudo, doloroso). También hay que identificar los factores agravantes y atenuantes. Si el dolor de rodilla se debe a una lesión aguda, el médico debe saber si el paciente pudo continuar con su actividad o soportar peso después de la lesión o si se vio obligado a interrumpir sus actividades inmediatamente.

Síndrome de dolor patelofemoral

Se analizaron cuantitativamente las estructuras anteriores de cuarenta y ocho rodillas. Se establecieron correlaciones entre los doce parámetros medidos del complejo cuadricipital distal. La altura, la anchura y el grosor de la rótula tendían a correlacionarse con las dimensiones de las estructuras de los tejidos blandos y no entre sí. La forma de la rótula se correlacionó con varios parámetros del complejo del cuádriceps con un alto grado de previsibilidad. La anchura del ligamento patelofemoral lateral fue el parámetro más relacionado con la forma de la rótula.

Cara anterior del codo

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En los seres humanos y otros primates, la rodilla une el muslo con la pierna y consta de dos articulaciones: una entre el fémur y la tibia (articulación tibiofemoral), y otra entre el fémur y la rótula (articulación patelofemoral)[1] Es la articulación más grande del cuerpo humano[2] La rodilla es una articulación de bisagra modificada, que permite la flexión y la extensión, así como una ligera rotación interna y externa. La rodilla es vulnerable a las lesiones y al desarrollo de la artrosis.

La rodilla es una articulación de bisagra modificada, un tipo de articulación sinovial, que se compone de tres compartimentos funcionales: la articulación patelofemoral, formada por la rótula y el surco patelar en la parte delantera del fémur por el que se desliza; y las articulaciones tibiofemorales medial y lateral que unen el fémur, o hueso del muslo, con la tibia, el hueso principal de la parte inferior de la pierna. [6] La articulación está bañada por líquido sinovial que está contenido dentro de la membrana sinovial llamada cápsula articular. El ángulo posterolateral de la rodilla es una zona que recientemente ha sido objeto de un renovado escrutinio e investigación[7].